¿Qué Malos Hábitos Pueden Estar Afectando tu Carrera?

Malos hábitos del trabajo que debes evitar

Hay acciones que te dañan en muchos sentidos y que podrías hacerlas sin darte cuenta o sin estar consciente de su alcance. Los malos hábitos de trabajo son una forma de auto-sabotaje inconsciente que cobra fuerza de forma tan paulatina, que a veces puede ser demasiado tarde cuando por fin los identificas.

Todos hemos llegado tarde a una cita. A todos nos ha seducido la idea de compartir información que no nos corresponde. También es cierto que una o dos veces hemos sentido alivio al expresar alguna inconformidad en forma de queja. Esos son defectos que cualquiera ha tenido alguna vez.

No eres una mala persona por haber hecho esperar a alguien una vez, por repetir un chisme en la oficina o por haber tenido mala cara en la última junta. A todos nos pasa. Pero debes cuidar que esas situaciones no se conviertan en hábitos. Se trata de malos hábitos de trabajo que debemos procurar mejorar en nosotros.

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Muchas personas descubren que esos comportamientos están mal cuando les piden que limpien su área de trabajo y pasen a recursos humanos a retirar su cheque de liquidación. En este artículo te ayudaremos a identificar esos hábitos y te daremos algunos consejos para solucionarlos.

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Lenguaje corporal negativo

Tu cuerpo habla; eso es un hecho. Cada cosa que haces con él manda un mensaje: ya sea que generes confianza en tu interlocutor por tener una postura adecuada y contacto visual efectivo, o que por el contrario abras una brecha y la interacción se vuelva incómoda y no sepas ni por qué.

A continuación te presentamos una lista de consejos que debes tener en mente para mejorar tu lenguaje corporal y así evitar confusiones que puedan generar incomodidad en tus colegas.

  1. No te cruces de brazos: se puede leer como falta de disposición o una actitud cerrada ante el tema que se esté tratando.
  2. Evita jugar con las manos o mover alguna parte de tu cuerpo de forma insistente: se puede tomar como impaciencia o ansiedad.
  3. No te acuestes en la silla: Sabemos que las juntas pueden ser largas y pesadas, pero una postura inadecuada puede delatar cansancio, apatía, informalidad o madurez.

Los adictivos y tentadores chismes

Lo sabemos, los chismes son adictivos y hay una razón científica detrás de esta adicción: tu cerebro libera dopamina cuando escuchas un chisme y nuevamente cuando lo reproduces, así lo revela una reciente investigación médica. Pero la mala noticia es que son tan adictivos como dañinos para quien los consume.  

Los chismes tienen 3 actores: el que cuenta, el que escucha y el ausente, en donde este último pareciera ser quien se lleva la peor parte; sin embargo, no es así. Las personas chismosas suelen inspirar poca confianza, rechazo y pierden credibilidad con el paso del tiempo. Cuida tu reputación.

Cómo evitar los malos hábitos en el trabajo

Es curioso, a todos nos gusta el chisme, pero no las personas chismosas. Es parte de la comunicación no verbal: el identificar rasgos en otras personas para saber si debemos o no relacionarnos con ellas.  

Te aconsejamos tener en mente lo siguiente:

  • Evita hablar de alguien cuando no esté presente.
  • Si en una conversación debes hablar de alguien que no está presente, pregúntate si es algo que podrías decirle a la cara.
  • Contar un chisme puede ayudarte a acercarte a otras personas, da la ilusión de crear lazos, pero estos lazos son frágiles y se romperán con el primer malentendido.
  • Si alguien intenta contarte un chisme, no participes, resiste y cambia la conversación.

La impuntualidad no es una gracia ni es algo inevitable

Ser impuntual es una elección y uno de los malos hábitos de trabajo que nos afectan. Ya es hora de dejar de sentirnos a gusto con el papel de la persona que siempre llega tarde. La gente se cansa de escuchar historias y tu terminas convenciéndote de que es algo que no puedes evitar. Pero sí se puede evitar.

La impuntualidad es una falta de respeto con el tiempo de los demás. Da la sensación de falta de seriedad y profesionalismo. Llegar tarde es un permiso que nos damos de vez en cuando, y poco a poco vamos estirando ese permiso hasta que terminamos por volverlo un hábito. La gente es impuntual porque se lo han permitido y deja de serlo cuando deciden ponerle un alto es esta desagradable actitud.

No esperes a que te pongan un alto y te reclamen por tus constantes llegadas tarde. Implementa los siguientes consejos para siempre llegar a tiempo.

  • Deja de contarte la historia de que eres impuntual.
  • Levántate más temprano. A todos nos cuesta, a unos más y a otros menos, pero hacemos el esfuerzo. Hay maneras de ajustar tus ciclos de sueño.
  • Pon tu despertador en un sitio que te obligue a levantarte de la cama.
  • Arregla tus cosas desde la noche anterior.
  • Pon una alarma que te avise cuando sea la hora de dormir.
  • Investiga tus rutas antes de salir de casa: Instala una app de mapas y tráfico en las rutas para que te ayude a saber a qué hora tendrías que salir de casa y evitar los atascos del tráfico.
Malos hábitos en el trabajo

Procrastinar

También conocido como dejar todo para el final. Lo aceptamos, claro que nos ha pasado, la adrenalina de la fecha límite cada vez más cerca, casi aplastándonos, alguna vez nos ayudó a sacar adelante alguna entrega o trabajo, pero ten mucho cuidado de volverlo una costumbre.

¿Cómo es que procrastinar es un problema, si yo entrego todo a tiempo? Comenzaremos por decirte que no es bueno para ti trabajar bajo presión o estrés. Reduces la posibilidad de acción ante imprevistos y pones en riesgo el flujo de trabajo, además de proyectarte como alguien que no se organiza correctamente.

Ten en cuenta que:

  • Los pendientes (por más que queramos) no desaparecen si los ignoramos.
  • Organizar en orden de importancia y fechas de entrega tus actividades, te permite jerarquizar tus prioridades.
  • Eliminar cualquier distractor, te hará enfocarte mejor. Tú sabes qué cosas te quitan más tiempo; hazlas a un lado.
  • Vivir al límite es malo para ti. Organízate, respira y date tiempo de calidad, tú también eres importante. Procrastinar termina afectando tu salud.

El desahogo que se convierte en obsesión

Es satisfactorio desahogarse cuando tenemos alguna incomodidad; alzar la voz cuando creemos que se está cometiendo una injusticia; señalar algo que podría mejorarse. Pero esa sensación de alivio podría convertirse en una obsesión si no sabemos manejarla.

Si ya detectaste que eres la persona del grupo que siempre señala lo que está mal, podrías estar cayendo en una zona de confort en la que es más fácil criticar que proponer una solución. A la par podrías estar creando un acto de comunicación no verbal: proyectar que eres una persona de energía negativa, poco empática y con malos hábitos de trabajo.

La próxima vez que encuentres una falla o que tengas una queja:

  1. Encuentra la mejor forma de expresarla.
  2. Asume el reto de acompañar esa queja con una sugerencia o solución.
  3. Invita a otras personas a poner ideas sobre la mesa.

Lo sabemos, no todos los días de trabajo son divertidos, ni todas las interacciones con nuestro jefe serán para recibir felicitaciones. Pero siempre será importante que seas puntual, que muestres una actitud positiva y un lenguaje corporal apropiado ante cualquier interacción en tu trabajo.

¿Tienes otros consejos para evitar malos hábitos en el trabajo?

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