Estrategias para retener al mejor talento en tu empresa

La mayoría de los dueños de negocios exitosos saben que es importante mantener buenos empleados, aquellos cuyas contribuciones actuales y futuras son vitales para la prosperidad y, en algunos casos, incluso la continuidad de la empresa.

Pero también muchas empresas y departamentos de recursos humanos a menudo no hacen nada para ayudar a la retención de personal y, a veces, hasta pueden propiciar, sin darse cuenta, la salida de un empleado valioso.

De acuerdo con Investopedia, la capacitación de un nuevo empleado toma un promedio de 6.2 meses. Eso significa que, si un colaborador se retira, necesitará medio año solo para que su reemplazo llegue a un nivel básico.

¿Pero qué pasa si es uno de tus mejores empleados el que deja la empresa? Estas personas simplemente no son reemplazables. La influencia organizativa, las relaciones internas y externas y el efecto dominó en otros empleados hacen que la pérdida de estas personas sea increíblemente perjudicial.

Para evitar este escenario, se requieren algunos cambios en la forma en que trata a tus empleados claves. En otras palabras, debes tener estrategias de retención de empleados. Aquí te damos algunos consejos.

Escucha a tu equipo de trabajo

Crea un entorno donde tus empleados se sientan como un activo de tu empresa. Permíteles sentirse seguros en su trabajo. Salúdalos por su nombre y demuéstrales que sabes quiénes son y cuáles son sus contribuciones a la empresa. Fomenta el establecimiento de metas y haz que tomen sus propias decisiones con la mayor frecuencia posible.

¿Quién sabe lo que se necesita para hacer un trabajo bien? Las personas que lo están haciendo mejor. Si deseas mantener a las personas, entonces involúcralas en el proceso de toma de decisiones. Crea una «zona segura» donde puedas conversar con ellos; por ejemplo, sobre qué se debe cambiar. . . entonces escúchalos.

Es posible que no puedas implementar todas las sugerencias, pero cambia donde puedas y hazle saber que valoras su aportación.

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Crea un ambiente de trabajo feliz

Crea un ambiente de trabajo abierto y honesto. Haz comentarios sobre las asignaciones realizados y estés dispuesto a escuchar realmente las inquietudes de tus empleados.

Las reuniones donde se intercambian saludos, hablan y comparten son buenas, pero no sustituyen el hecho de sentarse cara a cara y discutir cualquier inquietud relacionada con el trabajo.

Sé abierto y escucha nuevas ideas. Acepta sugerencias para la resolución de problemas. Ponte a su disposición y sé abierto cuando tu empleado te solicite orientación.

Mantén a tus mejores talentos informados sobre lo que está sucediendo con la compañía, no dejes que los rumores se hagan cargo. Si hay problemas o contratiempos, comunícalo.

Sé un líder que todos quieran seguir

Un líder que tiene una dirección clara y la capacidad de influir en su equipo para que trabaje hacia la realización de una visión.

Los buenos líderes entienden cómo ayudar a cada miembro a ver cómo el producto final será beneficioso y cuál es, precisamente, su contribución particular para ese fin.

Otro elemento de poder motivar a los colegas es compartir una misión claramente definida en la que todos, preferiblemente, tienen parte en la creación. El objetivo del equipo siempre debe estar por encima del ego individual.

Los líderes más efectivos siempre están buscando información de su personal de primera línea que está haciendo el trabajo principal. Sin información de los empleados, los líderes operan a ciegas.

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El líder exhorta a su equipo a hacer lo mejor posible en conjunto, y cuando termina, siempre le pide que persiga un desarrollo personal continuo. El equipo siempre debe examinar lo que se ha completado, así como hacer estrategias para hacerlo aún mejor.

Un gran líder hace que los empleados se lleven bien. Deben sentirse vitales, escuchados y apreciados. Necesitan tener libertad de toma de decisiones e innovación en el contexto de sus trabajos.

También es primordial que los miembros del grupo se sientan seguros. Esto significa que no tengan miedo de hablar. El líder es crucial en la promoción de este entorno para el empoderamiento de todo el equipo.

Las claves reales de las buenas condiciones de trabajo son el ambiente general, las reglas de trabajo y la «personalidad» de la empresa. Los empleadores deben adoptar políticas que permitan a las personas disfrutar en el trabajo.

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Brinda retroalimentación

Los empleados deben saber y estar conscientes sobre cómo están trabajando y escuchar los comentarios que tienen su jefe sobre sus asignaciones y productividad. No saberlo puede llevar a frustraciones, incomodidad y falta de seguridad.

Los empleados que creen que hacen el trabajo de la forma correcta, no solo tienen pocos incentivos para corregir las deficiencias, sino que también se desilusionan cuando finalmente se les informa de sus deficiencias.

Ocurre lo mismo en el caso contrario, las personas que creen que hacen un mal trabajo, les impiden progresar por falta de confianza y, a veces, se van porque temen que se les dé por terminado.

Dales a tus mejores empleados el tiempo y los recursos para probar nuevas ideas. Esto los mantendrá comprometidos y puede traer otra fuente de ingresos. Mucha gente ama crear. Que lo hagan ellos; beneficia a todos los involucrados.

Capacitación constante

Brinda oportunidades para crecer y aprender, y comunícales a tus empleados que hay espacio para avanzar en tu empresa. Ofréceles bonos para las clases de educación continua.

Aprovecha su pasión y permíteles enfocar su tiempo y energía en proyectos que puedan disfrutar. Hazle saber qué planes de desarrollo profesional puede tener para ellos y qué oportunidades están disponibles para que crezcan con la empresa.

Los empleadores deben hacer todo lo posible para alentar a los empleados a desarrollar sus habilidades y llevarlas al máximo nivel.

Si los empleados pueden mejorar sus habilidades hasta convertirse en expertos o especialistas en un área específica, las recompensas mutuas justificarán fácilmente los gastos necesarios para lograrlo.

Conclusión

Por encima de todo, elige candidatos que sean adecuados tanto para el trabajo como para la organización: asegúrate de determinar qué competencias y habilidades son necesarias para el éxito, y luego utiliza herramientas de contratación válidas para identificar a las personas que poseen estas características.

De seguro serás recompensado, no solo con un alto índice de retención de empleados, sino también con empleados leales que contribuyan al éxito de tu organización, a largo plazo.

Recuerda que no puedes complacerlos a todos, pero hacer un esfuerzo, sobre todo con los más valiosos, puede significar la diferencia entre una compañía enfocada en el crecimiento y una que nunca tiene suficiente personal para crecer.

El recurso humano dentro de tu compañía probablemente es lo más importante para ti que cualquier otro activo. Haz todo lo posible para mantener esos activos trabajando en tu empresa y no para tus competidores.