Cómo los proyectos colaborativos fortalecen la cadena de valor y hacen a la empresa sostenible

Los proyectos colaborativos y las empresas sostenibles

Seguramente has escuchado hablar sobre trabajo en equipo, grupos a distancia y proyectos colaborativos. Hay quienes aseguran que estos conceptos como sinónimos. En realidad no son lo mismo y resulta importante distinguirlos para comprenderlos. A continuación te explicaremos algunas de sus diferencias y beneficios.

Comencemos por un punto importante: todo proyecto colaborativo es un trabajo en equipo. Pero no todo trabajo en equipo es un proyecto colaborativo. Hay que tener mucho cuidado para no utilizarlos de forma indistinta, principalmente a la hora de diseñar estrategias y plantear objetivos

[Tweet «Todo proyecto colaborativo es un trabajo en equipo, pero no todo trabajo en equipo es un proyecto colaborativo.»]

El trabajo en equipo se refiere a un grupo de individuos que unen esfuerzos en función de un objetivo o interés en común. Estos pueden estar organizados de diferentes maneras, ya sea bajo el liderazgo de una sola persona o bien, que respondan los unos a los otros; pueden estar físicamente en el mismo lugar o trabajar a distancia.

Los proyectos colaborativos son un poco más complejos, ya que la organización y el flujo de los esfuerzos no sigue los mismos esquemas que el trabajo en equipo. Uno de los ejemplos más representativos de este formato es el de desarrollo de software de código abierto como los wikis.

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Características de los proyectos colaborativos

Para comprender mejor qué son los proyectos colaborativos y cómo pueden ser de gran utilidad para las empresas al elevar la cadena de valor y fortalecer las estructuras internas, echemos un vistazo al modelo más común de proyecto colaborativo en Internet.

Los proyectos colaborativos típicos suceden en línea y requieren de una comunidad creada y sostenida en Internet. Los aportes son totalmente voluntarios y todo lo creado es de dominio público.

Usualmente todas las personas que eligen involucrarse en un proyecto colaborativo responden a una necesidad de pertenencia y de aporte; lo hacen para sentirse útiles y dejar una marca, para demostrar valor e interactuar con otras personas con las que comparte intereses en común.

[Tweet «Las personas que eligen involucrarse en un proyecto colaborativo responden a una necesidad de pertenencia y de aporte; lo hacen para sentirse útiles y dejar una marca.»]

Existen lineamientos en común que rigen el rumbo del proyecto, así como un sólo objetivo. Pero la organización es casi natural y espontánea. Cada individuo elige en qué y cómo involucrarse, así como cuál será su aporte. Además de ser voluntario en un sentido económico, también lo es en el sentido de cuánto y cómo aportar.

Don Tapscott y Anthony D. Williams, autores de Wikinimocs, señalan que las empresas deben poner mayor atención a este potente modelo de producción. Éste se basa en la comunidad y la colaboración con un sistema autoorganizado, sin jerarquías marcadas ni control.

El Internet es fundamental para la gestión de proyectos colaborativos
Imagen de Free-Photos en Pixabay

¿De qué forma los proyectos colaborativos pueden incentivar la sostenibilidad?

Una empresa sostenible es aquella que genera recursos que retribuyen el esfuerzo de todos los involucrados. Dicho de otro modo, hablamos de una empresa que busca el equilibrio económico y asegura su continuidad al desarrollar generaciones presentes y futuras, creando así una reacción en cadena a su favor.

Este modelo trata de aprovechar y beneficiarse al máximo de recursos materiales y económicos en conjunto con el talento humano de la empresa y el potencial que cada individuo pueda aportar. Cuando se hace de forma orgánica o voluntaria, suele tener mayor impacto y consecuencias positivas.

Con esto en mente aseguramos que los proyectos colaborativos sean el objetivo y el medio a través del cual las empresas alcanzan un nivel de sostenibilidad. Proyectos específicos que se desarrollan con dicho modelo, no sólo ayudarán a alcanzar metas en producción, sino que reforzarán a las empresas de forma interna al crear comunidad.

Tomemos como ejemplo uno de los proyectos más importantes de Grupo BIMBO, que como parte de sus estrategias de responsabilidad, contempla programas de desarrollo social y educación dentro de las comunidades en las que opera, capacitando y ofreciendo mejores empleos.

Otro ejemplo de esto es Cemento Cruz Azul, que en octubre 2018 inició labores de reconstrucción de la escuela primaria «Vicente Guerrero» en Oaxaca, México, contribuyendo así al desarrollo de toda una comunidad. Cabe destacar que los beneficios de esta acción trascenderán más allá del espacio donde se llevó a cabo.

¿Y cómo se relaciona esto con los proyectos colaborativos? En que el proceso ayuda a generar y/o fortalecer a una comunidad. No sólo hay que buscar que tus empleados se sientan comprometidos con un objetivo en común que va más allá de su trabajo y las metas de la empresa, también hay que demostrar que dicho objetivo trasciende a su entorno.

Todo lo anterior suena muy bien: gente que se organiza por gusto, de forma casi automática y que colabora con objetivo común; sin embargo, a nivel empresarial, no se puede dejar a la suerte ni a la buena voluntad: orquestar diferentes proyectos requiere de esfuerzos muy grandes por parte de la cabeza del proyecto.

¿Qué debes tomar en cuenta?

Ya que ciertos objetivos no pueden esperar a que el flujo de trabajo suceda de forma orgánica y que cada cual encuentre su lugar y sepa qué aportar, en un contexto empresarial se deben tener presentes las siguientes características de proyectos con modelo colaborativo:

Trabajo en tiempo real: Ya que hablamos de que varias personas aportarán simultáneamente, se requiere de un sistema sólido y funcional de nube, así como plataformas amigables que permitan el flujo del trabajo de manera funcional: gestión online efectiva.

Comunicación constante y clara: uno de los riesgos que se corren al tener a varios colaboradores aportando al mismo tiempo, es que cada cual tome un rumbo diferente sin darse cuenta y para corregirlo se deba invertir tiempo y esfuerzo que retrasarán los objetivos.

Puntualidad en las entregas: este modelo de proyecto significa puntos de encuentro y de interdependencia intermitente; es decir, en más de una ocasión, el progreso de uno aportará o abrirá camino al progreso de otro y viceversa. Un retraso puede alentar el flujo de los demás.
Existen diferentes recursos online que pueden ayudarte a gestionar de forma efectiva y simple estructuras y colaboraciones sin importar su complejidad o la cantidad de personas involucradas. Entre mejores instrumentos y herramientas tengas, mayor será la posibilidad de éxito.

[Tweet «Entre mejores instrumentos y herramientas de gestión online tengas, mayor será la posibilidad de éxito en tu proyecto colaborativo empresarial.»]

Conclusión

Como dijimos previamente, se puede emplear una estructura de proyectos colaborativos para llevar a cabo diferentes campañas de desarrollo sostenible, pero la experiencia en sí, el provocar una interacción y colaboración bajo este modelo, sin duda fortalecerá a tu empresa.

Tus colaboradores conocerán su valor e identificarán qué es aquello que pueden poner sobre la mesa y aportar al equipo. No hay nada más útil que alguien que conoce sus fortalezas y está seguro de lo que puede ofrecer a los demás.

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